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Good Data Lead to Good Outcomes! Buenos Datos Conducen a Buenos Resultados!
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Hydrology

Good Data Lead to Good Outcomes! Buenos Datos Conducen a Buenos Resultados!

Good data lead to good outcomes!

Most of us have the luxury of taking our data for granted. Without the experience of what would happen if we didn’t have data to inform our decisions we lack appreciation for the difference it makes in our lives. I recently had the great pleasure of meeting with the hydrologists at MARN in El Salvador and, as best as I can, this is their story.

Dynamic geography and a rich, often tragic, history combine to create a culture of resilience in El Salvador. People shape the landscape and the landscape shapes the people. Entire civilizations have come and gone. You cannot dominate this land, you must first survive and then adapt.l

Ancient Mayan ruins at San Andres are buried in 60m of volcanic ash. San Salvador was destroyed by a volcanic eruption in 1917. A massive earthquake in 2001 tore the city apart and over 400 people died in a resulting landslide.

Successive civilizations have removed forests to develop agriculture. The remaining soils are low in organic material and have little water holding capacity.

The geology is dominated by alternating layers of basalt, tuff, lava and ash creating extensive aquitards and aquicludes fractured by faults, large and small, creating preferential flow paths that quickly deliver runoff to the rivers.

On an isthmus between the Atlantic and the Pacific, El Salvador gets a lack of rain when the Pacific is relatively warm and the Atlantic is cool  and it gets a lot of rain when the Pacific is relatively cool and the Atlantic is warm. The hydrology is therefore sensitive to both the El Nino Southern Oscillation (ENSO) and the North Atlantic Oscillation (NAO).

Historically, large destructive storms would occur with a return period of about once per decade.

However there have been nine in the ten year period from 2002 to 2011. Five of these events occurred over a span of just 24 months (November 2009-October 2011). One of these, Tropical Depression 12E, produced 42% of the average annual rainfall which is registered at 1800mm in El Salvador in just 10 days.

These events cannot be avoided but mitigation is possible with adequate warning.

Reliable forecasts require reliable data. Unfortunately, a lengthy civil war made it impossible to maintain the hydro-meteorological monitoring network that was installed in El Salvador which in the 1970 was at 70 stations. Following the war there were many difficult problems at the national level to address and re-establishing monitoring did not become a priority until 1998. With no data there were inadequate warnings when Hurricane Mitch hit the Central American region in El Salvador, close to two hundred and forty people died in the resulting flooding.

The first gauge to be re-established after Mitch was the Torola River at Osicala in 1998.

Today, there are over 90 hydrological and meteorological gauges providing real-time data to the flood forecast center Centro de monitoreo de la Dirección General del Observatorio  Ambiental del Ministerio del Medio Ambiente y Recursos Naturales (DGOA/MARN).  The entire country is now covered in X-Band weather RADAR.

In addition to advanced technology a network of over 600 volunteers provide boots on the ground. The main goal of this network of people is that they are set up in different watershed around the country and they become the eye in the field for the technical and scientific institution exchanging information on the hydro-meteorological conditions of the zone and  perhaps most important of all they stand ready to sound the alarm in their own community when the need arises due to a threat from a hydro-meteorological phenomenon.

There have been several events in the past decade that have far exceeded the extent and intensity of Mitch. However, none of these events have produced anywhere near the same scale of tragedy. Lives are being saved every flood season.

Good data lead to good outcomes.

The hydrologists from the hydrology department at Ministerio del Medio Ambiente y Recursos Naturales knew what needed to be done. And then they did it. This is a success story that needs to be shared.


Buenos datos conducen a buenos resultados!

La mayoría de nosotros tenemos el  deber de tomar nuestros datos por verdaderos o correctos. Sin conocer  la experiencia de lo que sucedería si no se dispone de datos correctos para poder informar y tomar nuestras decisiones, nos falta la diferencia que hace en nuestras vidas disponer de este tipo de información o datos verdaderos. Recientemente  tuve el placer de reunirme  con los hidrólogos del MARN en El Salvador y, con lo mejor que puedo, esta es su historia.

Geografía dinámica y rica historia, a menudo trágica, se combinan para crear una cultura de resiliencia  en El Salvador. Las personas dan forma al paisaje y el paisaje da forma a las personas. Civilizaciones enteras han ido y venido. No se puede dominar esta tierra, uno debe sobrevivir primero y luego adaptarse.

Las antiguas ruinas mayas de San Andrés están enterradas en 60 metros de ceniza volcánica. San Salvador fue destruida por una erupción volcánica en 1917. Un terremoto en 2001 arrancó la ciudad aparte y más de 400 personas murieron como resultado de un deslizamiento de tierra. Civilizaciones sucesivas han eliminado bosques para desarrollar la agricultura. Los suelos restantes son bajos en materia orgánica y como consecuencia tienen poca capacidad de retención de agua.

La geología está dominada por capas de basalto, toba, lava y cenizas creando extensos acuíferos tipo acuitardos (Formación geológica de naturaleza algo impermeable y semiconfinada, que transmite agua en proporción muy pequeña en comparación con un acuífero) y acuíferos tipo  acuicludos (Es un tipo de formación capaz de almacenar agua pero no de transmitirla, ya que es porosa pero no permeable. Están constituidas por materiales como arcillas y margas y no son aptas para la explotación hidrogeológica)  fracturados por fallas, grandes y pequeñas. Se crean vías de flujo directos que descargan rápidamente la escorrentía a los ríos.

En un istmo entre el Atlántico y el Pacífico, El Salvador experimenta reducción de lluvia, cuando el Pacífico es relativamente cálido y el Atlántico está frío y que recibe una gran cantidad de lluvia, cuando el Pacífico es relativamente frío y el Atlántico está caliente. Por tanto, la hidrología es sensible tanto al fenómeno de El Niño Oscilación del Sur (ENSO) y a la temperatura de la superficie del mar del Atlántico Tropical Norte.

Históricamente, los eventos extremos tenían un período de retorno de alrededor de una vez por década.

Sin embargo, en las últimas décadas ha ocurrido nueve desde el año 2002 hasta el 2011. Cinco de estos eventos ocurrieron en un lapso de sólo 24 meses (noviembre 2009-octubre 2011). Una de ellas, la Depresión Tropical 12E, produjo el 42% de la precipitación media anual que se registra en El Salvador, (1800 mm),  en un periodo de lluvia continua de sólo 10 días. Estos eventos no pueden evitarse, pero es posible mitigar con la advertencia adecuada. Por lo que se puede afirmar rotundamente, previsiones fiables requieren datos fiables.

Desafortunadamente, la guerra civil  hizo  imposible mantener la red de monitoreo hidrometeorológica instalada en territorio salvadoreño,  que por los años 70 contaba con un total de 70 estaciones hidrometeorológicas. Después de la guerra hubo muchos problemas a nivel nacional difíciles de tratar y restablecer la red de monitoreo no se convirtió en una prioridad hasta después de 1998. Sin datos suficientes para el monitoreo, hubo pocas advertencias y muy poco adecuadas cuando el huracán Mitch golpeó la región Centroamericana ocasionando en el territorio salvadoreño, cerca de doscientos cuarenta victimas producto de las inundaciones resultantes.

La primera estación que se restableció después del huracán  Mitch fue la que se ubica en el río Torola, estación Osicala en 1998.

Hoy en día, hay cerca de 90 estaciones  hidrológicas y meteorológicas que proporcionan datos en tiempo real al centro de monitoreo de la Dirección General del Observatorio Ambiental del Ministerio del Medio ambiente y Recursos Naturales (DGOA/MARN). También se destaca la red de radares meteorológicos de banda X, que tienen cobertura en todo el territorio nacional.

Además de la tecnología avanzada cuentan con una red de observadores locales, sumando más de 600 voluntarios que proporcionan datos en el terreno.

La finalidad primordial es que los integrantes de la red  de observadores locales estructurada en las diferentes cuencas del país, se conviertan en os ojos en el campo de la institución técnica – científica, intercambiando información de las condiciones hidrometeorológicas imperantes en la zona y quizás lo más importante de todo es que están listos para sonar la alarma en su propia comunidad, cuando surja la necesidad debido a la amenaza latente de algún fenómeno hidrometeorológico severo.

Se ha identificado la ocurrencia de varios eventos en la última década que han superado  la intensidad y cantidad de precipitación registrada durante la ocurrencia del huracán Mitch. Sin embargo, ninguno de estos eventos ha superado la cantidad de pérdidas en vidas humanas. Las vidas que se salvan cada temporada de inundaciones va en aumento.

Los buenos datos conducen a buenos resultados.

Los hidrólogos de la gerencia de hidrología del Ministerio del Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN), sabían lo que se tenía que hacer, y lo hicieron. Esta es una historia de éxito que tiene que ser compartida.

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Stu Hamilton
Stu Hamilton

May 8 | 2013
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